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UC - Críticas

País: USA.
Año: 2012.
Duración: 105 min.
Género: Fantástico.

Dirección: Timur Bekmambetov.
Guion: Seth Grahame-Smith; basado en su novela.
Producción: Timur Bekmambetov, Tim Burton y Jim Lemley.
Música: Henry Jackman.
Fotografía: Caleb Deschanel.
Montaje: William Hoy.
Diseño de producción: François Audouy.
Vestuario: Carlo Poggioli y Varya Avdyushko.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.

Estreno en España: 31 Agosto 2012.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.

Interpretación: Benjamin Walker (Abraham Lincoln), Mary Elizabeth Winstead (Mary Todd Lincoln), Rufus Sewell (Adam), Dominic Cooper (Henry Sturgess), Marton Csokas (Jack Barts), Anthony Mackie (William), Erin Wasson (Vadoma).


VAMPIROS EN GUERRA

"Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros" es el esclarecedor título para esta fábula histórica (en sentido figurado, claro) que parte de la absurda pero original premisa de mezclar el mito vampírico con la Guerra de Secesión americana y uno de sus personajes claves, icono de la libertad. El resultado no puede ser más decepcionante, ya que la delirante propuesta carece del cachondeo y bizarrismo necesarios, quedando supeditada a una revisión demasiada seria de unos hechos imposibles.



SINOPSIS: “Abraham Lincoln: Cazador de vampiros” se basa en una novela de ficción de Seth Grahame-Smith y nos cuenta la vida oculta de Abraham Lincoln, quien además de ser Presidente de los Estados Unidos también fue un cazador de vampiros tras enterarse de que su madre murió asesinada por una de esas criaturas, dando pie así a una visión fresca y visceral de las sangrientas tradiciones vampíricas, imaginando a Lincoln como el más grande cazador de no-muertos de la Historia.


La falta de humor de la propuesta, hace que abandonemos pronto el interés en la historia, desconectando a los pocos minutos de una mezcla mal medida y que no encaja por ningún lado de los elementos históricos con los fantásticos. La película se convierte en un mero entretenimiento disfrutable a medias, gracias a la cuidada ambientación y la estupenda fotografía de Caleb Deschanel. Instantes llamativos como una lucha entre un joven Lincoln y uno de los vampiros entre una estampida de caballos, y alguna batalla cuerpo a cuerpo con el protagonista enfundando su hacha, consiguen desperezarnos de un conjunto aburrido y falto de chispa que además se alarga en exceso en su metraje.




"Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros" debería tener más terror, más diversión y más locura, para que funcionase. Le sobra tomarse en serio a sí misma y buscar desesperadamente unos hilos argumentales que hagan confluir los momentos históricos con los elementos fantásticos (que resultan bastante risibles por momentos). Aún así, el público poco exigente que se conforme con un pasatiempo palomitero podrá disfrutarla en sus escenas de acción, bien rodadas y con sentido del espectáculo (como la escena del tren), pero finalmente la propuesta se queda en medio de ningún lugar.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER